lunes, 1 de julio de 2013

DESCENDIENTES DE AZTLÁN

DESCENDIENTES DE AZTLÁN

Con cariño a la Peke

Suenan las campanas de mi pueblo
¡Tan tan tan tan!
y la gente grita con alegría:
¡Vamos señores,
somos descendientes de Aztlán!

El campesino se levanta temprano,
va al campo a sembrar un grano;
no le importa si llueve o truena,
él va cantando como la campana:
Tan tan tan tan.

Llegamos aquí caminando desde el norte,
por eso mujeres, hombres y niños,
siempre cantarán:
¡somos descendientes de Aztlán!

Incansables hemos caminado
y frenados frente a un nopal,
donde un águila devoraba una serpiente.
“Detenerse aquí mi gente”
dijo Huitzilopochtli,
“y a otros pueblos la cultura llevar”.

Es así que hoy estamos aquí
en tierras chiahualpenses,
cantando como las campanas
Tan tan tan tan.
Y con alegría gritamos:
¡somos descendientes de Aztlán!


viernes, 7 de junio de 2013

DESPEDIDA A UNA ESCUELA DE PRIMARIA...

DESPEDIDA
a una escuela de primaria…

A mi escuela llegó la hora de decirle adiós,
después de darme albergue, saber y luz;
haberme preparado, como fue su deber,
e impulsarme con amor, sin miedo y con valor.

A mis maestros adiós les digo con alegría,
a quienes dejar quiero mi corazón de niño,
porque en mis horas tristes o en mis alegres horas
recibí de ellos siempre amor y siempre cariño.

Así, en mi pensamiento alto de niño promisorio
íntegra llevaré la descripción de mi ambiente;
la alegría natural del compañerismo puro
y de mis maestros, la sonrisa y don de gente.

Sé que al abandonar a estas aulas constructoras
no significa haber triunfado en aqueste mundo;
el paso que he logrado es pequeño y diminuto,
pero apreciar saberlo es de Saber profundo.

El paso diminuto, sin embargo, es gigante
porque será el puntal de mi futuro certero;
probable fuerza ígnea que hoy México requiere
para darle real cauce o un nuevo derrotero.

Por ello manifiesto mis agradecimientos
a mi escuela por darme y cultivar en mí un grano;
a mis maestros por dar su dedicación y esfuerzo
al diario forjar del país y del mexicano.

Las horas de mi infancia han transcurrido lentas
en las aulas; pero me voy cargado de amor,
a mi escuela llegó la hora de decirle adiós,
después de haberme dado albergue, saber y luz.

Poema de Pedro Enríquez Hdez.

viernes, 31 de mayo de 2013

LOS GLOBOS

LOS GLOBOS
(Cuentos de mi pueblo)

Yo vivo en un pueblito llamado Rafael Delgado. Es un lugar muy bonito porque los niños que viven ahí saben divertirse, ya sea en el río nadando, jugando a las canicas o a la pelota; pero lo más emocionante es cuando elevan unos globos multicolores de papel de china que ellos solos los elaboran o bien con la ayuda de algún adulto.

Los globos más pequeños son de cuatro pliegos, pero también los pueden hacer de ocho, doce, dieciséis, o de más. El más grande que han hecho en mi pueblo es de setenta pliegos.

Es tan interesante ver cómo los niños se ayudan desde la compra del material, la hechura y la elevación del globo. Primero lo llenan de aire, encienden la mecha y luego esperan el momento oportuno para soltarlo y verlo elevarse por los cielos.

Los gritos de los niños son contagiosos. ¡Por allá¡¡ ¡No, por el campo¡¡ ¡No, no, por el cerro¡.

Cuando el viento lo favorece y toma una dirección sin riesgos, los pequeños corren hacia ese rumbo para atraparlo. Es una verdadera hazaña si logran traerlo de nuevo. Si el juguete volador lo devora el fuego, los niños se organizan de nuevo para hacer otro.

Texto aportado por una maestra.


IN TLAPITZALXIKIPILTIH

Neh ni chantih ipan se altepetl itokah Rafael Delgado. Ompa semi tlakualtsin pampa pipilkokone akin ompa chanti kimatih kenik mawiltiskeh, walewa ipan weyatl moanelowa, kawiltia temimilti, otlamonohso kawiltia yen tlachtli; tlen okachi ti elpakis ihkuak kokone kitlekoltiah seki amatlapitsalxikipiltih kuikuiltikeh, yehwan kokone kinchiwa, okimpalewia yehwan weweyinti.

Tlen tlapitzalxikipiltih okachi tzikitzintih kipiah nawi amameh, wel no kinchiwaske ika chikeyi, matlaktli wan ome, matlaktli wan chikuasen, oocachi miek. Tlen okachi weyi kichiwani ipan noaltepe kipiah yempoalomatlaktli amameh.

Iksemi yuani kenik tikihtas pipilkokone mopalewia, kikowa tlenon moneki, kichiwah wan kitlekoltiah in tlapitzalxikipilih. Achtoh kihyotemitia, kixotaltia milinilistli wan kichia kikakawaskeh, wan kitaske tlehko kanik ilwikak.

Inkuitzol in pipilkokone mispanoltiñiske. ¡Ikneh! ¡Amoh, ik ixtlawak! ¡Amoh, amoh, kanik tepetl!

Ihkuak ehekatl kiwikah kanik amoh tlaowikan, kokoneh ompik motlalowa pampa kikitzkiskeh. Tlakeh pipilkokoneh wel kiwalih oksahpa yoni weyi kuawyotl. Tlake yoni ahawiltlapatlanalli tlatlah, kokone oksapah moholochowah wan okse kichiwah.

Itlakuilol se siwatlamachtih.