domingo, 20 de octubre de 2019

DIA DE MUERTOS EN RAFAEL DELGADO, VER.




El Día de Muertos en Rafael Delgado, Ver., México

En México, cada pueblo, cada región, tiene sus propias tradiciones, sus propios usos y costumbres. Pero si hay una tradición que encontramos en cada uno de ellos, es sin lugar a dudas, la celebración del día de los muertos.
El día de los muertos es una celebración mexicana que honra a los muertos.  Esta tradición se arraiga desde la época prehispánica aunque hoy en día incorporan elementos también del catolicismo y hasta toques modernos.
En México, el día de los muertos se festeja durante dos días el día 1 de noviembre, llamado Día de Todos los Santos, es cuando llegan las ánimas de los niños y el 2 de noviembre, el día de Muertos, es cuando llegan los adultos.
EN EL MUNICIPIO DE RAFAEL DELGADO
Como en todo México, en el municipio de Rafael Delgado existe una especial celebración para el Día de Muertos también llamado Todos Santos. A diferencia de cómo se realiza esta celebración en muchas partes de nuestro país, en este municipio se festeja principalmente el día 31 de octubre y los días 1 y 2 de noviembre.
EL 30 DE OCTUBRE.- Aunque casi ya no se estila mucho, el día 30 de octubre se solía esperar las almas de los niños no bautizados que por algún motivo fallecieron. En náhuatl se les llama “Shotíos”. Sin embargo, todavía hay personas que siguen el ritual para esperar a esas almas y celebrar de alguna forma el Dia de Muertos desde esa fecha.
EL 31 DE OCTUBRE.-En la localidad de Rafael Delgado la tradición indica que el 31 de octubre es Día de los Difuntos grandes. Se colocan mesas grandes o tablones para armar la base en la cual se pone la ofrenda. Antes los las familias se daban el lujo de construir tablas de 2, 3 o hasta 4 niveles para el altar. Actualmente muchos sólo colocan una mesa para la ofrenda.
La ofrenda más abundante para los difuntos mayores incluye hasta cervezas, licores y cigarros. En lo que se refiere a alimentos, a los muertos se les pone mole con carne de guajolote, en ollas de barro y en platos hondos, así como tamales de masa y de frijoles (xocotámalli y eyotámalli). Se les ofrece pan de distintas formas, entre los cuales las hojaldras. También frutas, como plátanos, manzanas, calabazas, chayotes, uvas, etc.
Los parientes vivos oran y llaman a sus familiares muertos para que entren a la casa y pasen a probar los ricos alimentos ofrecidos. Para ello, los familiares desmenuzan flor de muertos o cempaxúchitl y con cuyos pétalos hacen un caminito desde el altar hasta la puerta que da a la calle, terminando con una figura de cruz. En este pueblo nadie queda sin hacer este festejo.
Al siguiente día, en el templo católico se realiza una misa en memoria de los difuntos y al finalizar esta celebración eclesiástica se arrojan cohetes. Entonces las familias en sus hogares ya pueden levantar los alimentos colocados en su altar y ya se los pueden comer.
EL 2 DE NOVIEMBRE.-La fecha más importante para los vivos y para los muertos es esta fecha: el 2 de noviembre.
No solamente se pueden tomar los alimentos del altar para comerlos o ir al panteón para visitar a los sepulcros y colocar flores… no; también es el día de los vivos, porque en esta municipalidad también se visitan a los VIVOS.
La relación de visitas se da entre familiares, compadres y ahijados. Llevan y traen alimentos de las ofrendas para intercambiarlos. Juntos comen y beben mucha cerveza. Los padrinos o cualquier adulto regalan juguetes a los ahijados pequeños como un regalo o calaverita de la celebración. Con frecuencia las bebidas se manejan con exceso y algunas veces los convivios terminan mal.
Hay gente que sigue con el recalentado el día 3 de noviembre. Para finalizar esta breve descripción del Día de Muertos en Rafael Delgado, es importante señalar que pocos días antes de estos festejos por todas partes se deja escuchar el  gluglutear de los guajolotes, anunciando que dentro de poco habría mole, tamales y carne de pavo (Totolnákatl)


domingo, 13 de marzo de 2016

Cuento en náhuatl en Rafael Delgado: Cuáhtlanchocotsin

CUAHTLANCHOCOTSIN

Ne notocah Cuahtlanchocotsin icah itic cuahyoh nimoscaltía. Ni mehua occualcan, niquintlamacah cuanacameh, huehchomeh, pitsomeh huan itscuntih.

Totoca nicchihua no tekih, nimotlalohua ihtic quayoh, ahh cualtsin ihyotl momachilía, motlalohua sekih ehecatl, molinía cuahtlamayome, tsatsi caxtiltih huan mocaquih no tlacuicah totome.

Nia huehca ni atlacuitin, ni nehnehmi miec nahsih can ameyalih, ompa quisa miec atl. Ni momatequía wan nimixamía. Satepa nipehua ni anechicohua. Nicyecatia no atecax canin atl chapanih. Miec chapanih atl niman temih no atecax.

No papahuan nechtlasotlah miec kitohuah miec niquinpalehuia. Ihcuac yonitlan no maman nech notsa manitlacuah. Nech tlaliliah cahhuen tototonquitsin huan sequih pantsin. Noh nech makah tlaxcalli wan tlacualli.

Ihquac nitlamih, mimaltiah, nimotlanpacah, nimopatla huan nia caltlamachtican.

Ihcon nochippa nicchihtok.

NIÑO DE MONTE

Yo me llamo Niño de Monte porque estoy creciendo entre los árboles. Me levanto temprano, les doy de comer a las gallinas, guajolotes, cochinos y a los perros.

Hago rápido mi trabajo, corro entre los árboles, ahh qué rico aire se siente, corren unos vientos, las ramas de los árboles se mueven, canta el gallo, también se oye el cantar de los pájaros.

Me voy lejos a traer agua, camino mucho hasta llegar donde está un manantial, ahí nace mucha agua. Me lavo las manos y la cara. Después empiezo a juntar el agua. Pongo la cubeta donde cae el agua. Como cae mucha agua se llena rápido mi cubeta.

Mis padres me aprecian mucho porque dicen que les ayudo mucho. Cuando termino mi madre me llama para comer. Me pone café calientito y unos panes. También me ofrece tortillas y comida.

Cuando termino me baño, me cepillo los dientes, me cambio de ropa y me voy a la escuela.

Así estoy haciendo todo el tiempo.


sábado, 12 de marzo de 2016

Cuento en Náhuat en Rafael Delgadol: In kanawtli wan mototzin (Rafael Delgado, Ver.)

IN KANAWTLI WAN MOTOTZIN

Semitian okatka se mototzin wan se kanawtli akin ochantiayah imixkoyan.

Kanawtli omoanelowaya wan omoanelowaya wan amo okasiayah tlenon kikuas, iwan motzin otzikuiniaya inawak in atl, okipiayah miek tlenon kikuas.

Kanawtli kualantok okitayah in mototzin paktok. Mototzin amo okinankiliayah, wan kanawtli okachi okualaniayah.

Kanawtli omo yoltlamachti wan kualtzin okinotz in mototzin. Okilli:

-Mototzin, xikitah, ne amo ni kualani. Ne miek nimitzneki wan nechpaktia kenik ti tzikuini ipan kuanme.

Mototzin otlakak wan okachi opakih. Omotlasokamat inawak in kanawtli, motoh okintemoh okuilime wan okinmakak in kanawtli.

Ihkon kanawtli opeh kipiah tlenon kikuas.

Semitian mototzin owetzki ihtik in atl. Kanawtli, motlasokamatok, omo anelo wan okipalewi in motoh. Ihkon, omentih omochikeh nochippa yoliknimeh.

TLATZIKOLISTLI

Okachih kualli masemotlasotla iwan oksekimeh wan amoh inwan masekimomatinemih, ihkon se kimatih se tlapalewis wan noh tech palewia ihkuak tehwan se kinekih.



EL PATO Y LA ARDILLITA

Una vez hubo una ardillita y un pato que vivían muy separados.

El pato nadaba y nadaba y no encontraba qué comer, mientras que la ardilla saltaba y saltaba, cerca de ese lago, teniendo mucho que comer.

El pato miraba enfadado a la ardillita alegre. Pero la ardilla no le hacía caso, mientras que el pato más se molestaba.

El pato por fin pensó de modo inteligente y mejor le habló amablemente a la ardilla. Le dijo:

-Ardillita, mira, yo no me enojo. Yo te quiero mucho y me gusta cómo brincas en los árboles.

La ardilla escuchó y se alegró más. Y para agradecerle, la ardilla buscó gusanitos en los árboles para dárselos al pato.

Fue así como el pato comenzó a tener alimentos.

En cierta ocasión la ardillita se cayó al agua. El pato, para agradecer, nadó y salvó a la ardillita. Así, los dos se hicieron amigos para siempre.


MORALEJA:

Es mil veces mejor llevarse bien con los demás que andar peleándose con ellos, así aprendemos a ayudar y a la vez nos ayudan cuando lo necesitamos.

Poesía en náhuat en Rafael Delgadol: Amikah nech nekih (Rafael Delgado, Ver.)

AMIKAH NECH NEKIH

Tototl patlani,
miston mayani;
no maman kintlamakah
wan neh amo nech mahkah.

Xóchitl xotlátok,
neh nichokatok;
no maman amoh kitehki,
 nion neh amoh nech nehki.

Itzkuintlih kochih
se tonal nochih;
neh nitekipanowa
tlanesih wan tlayowah.

Neh miek niamikih,
yonik nimikih;
amikah nech amakah,
amika nech tlamakah.

Ni mokokowah,
miek nitliokoyah;
nimikis, amonka oksekih,
tlaltikpak amikah nech nekih.

TRADUCCIÓN:
NADIE ME QUIERE

El ave vuela,
el gato tiene hambre,
mamá les da de comer
y a mí nada me da.

Flor florecida,
yo estoy llorando;
mamá no la corta,
tampoco a mí me quiere.

El perro duerme
el día completo,
yo entregado al trabajo
de día y de noche.

Tengo mucha sed,
por eso yo me muero;
agua nadie me da,
nadie me da de comer.

Estoy enfermo,
estoy muy triste,
voy a morirme, no hay de otra,
nadie en la vida me quiere.


viernes, 26 de febrero de 2016

Cuento en náhuatl en Rafael Delgado: Totohme iwan xopanistli

TOTOHME IWAN XOPANISTLI

Se tototl semitian okijtoh: neh niknekih nokonewan matlakuikakan wan mamojtakan ipan wejka tlamawisoli.

Inin tototsin opeh tekipanowah tlajka wan yowak, opeh kinechikowa tomin pampa yonik kikowas tlenon okinekiaya.

Ikonewan okkokoneh wan ayemoh tlakuikah.

Tototl okitoh: nijkowas wekah tlamawisoli ijkuak maajsi xopanistli, ijkon nokonewan kichiwaskej xopankuicatl.

Opanoke tonaltih wan metsmeh. Totokokone opeh tlakuika, wan nantsintototl okikoh wejka tlamawisoli.

Okitlalli ikamatsalan se kuawitl wan ompa okalajke totokokone. Paktokeh, ompa opeh tlakuika.

Tototsin iwan okonewan miek opajke ijkuak opej xopanistli.


LOS PÁJAROS Y LA PRIMAVERA

Una vez un pájaro dijo: yo deseo que mis hijos canten y se vean en la televisión.

Este pajarito empezó a trabajar día y noche; empezó a juntar dinero para comprar un televisor.

Sus hijos estaban chiquitos y todavía no cantaban.

El pájaro dijo: compraré la tele cuando llegue la primavera, así mis hijos harán cantos primaverales.

Pasaron los días y los meses. Los pajaritos empezaron a cantar y el pájaro compró el televisor.

Lo puso en la horqueta de un árbol y ahí se metieron los pajaritos. Alegres, empezaron a cantar.


El pájaro y sus hijos se alegraron mucho al inicio de la primavera.

martes, 23 de febrero de 2016

Cuento en Nàhuatl en Rafael Delgado: Masatl kanin tinemih

MASATL, KANIN TINEMIH

Ihkuak onikak inantsin okitoh: “masatl, masatl kanin tinemi”, ne onikitoh: “nikpalewis masatenatsin makahsi ikone, kanin omokah”.

Oninenen iwan masatenantsin. Osetemok tepetlakxitla iwan osekintlapalotiah nochi kalmeh itech altepetl.

Masatenantsin amoh ochokayah, yaseh oixteten mohtok okinekiayah chocas. Neh onikilli: “amo xitliokoyah, tikihtas, sekasis mokoneh”. Ye omokuap nonawak, otliokolwetskak wan oelsihsiwik chikawak.

Seki tlakah ihkuak okitake se masatl ipan altepetl opeke motlatlalowa wan kitemowaya tlenik kimaske o kimiktiske yolkatsintli pampa kikuaskeh.

Neh onikimahwak. Onikimilli: “tlen anmochiwa tlakachohneti, inin yolkatsintli nowan wits, se kitemowa ikoneh, kipiah miek tonalli opoliwik”.

Tlakame, se okitskitoyah se maxelotl, okitohke “ahh”. Niman oyahke inchahchan.
Neh iwan masatenantsin oksahpa osenenen. Ihkuak yopewayah tlayowas, se sihuatl, okichpochtli, otetsatsilih chikawak: “piltontli wan masatl”, nikan xiwikikan.
Niman otechtlahtlahnih: “xikitahakan, tlenon ankitemowah”.

Tiomen sansemih osemonankili: se kitemowa se konemasatl, opolikwik ichan isemitian.
Siwatl niman otechilli, “xiwikikan nikan”. Otechyekan wan otechnehnemihti ikalkuitlapa. Wey tetsawitl ompa osekasik: ompa oilpitoyah masakonetsin.

Inantsin niman inawak oyah, chokatok, okinawahtek wan okipitso ipan itsontekoh. Ikoneh no opehchokak.

Neh amo onikxikoh, no ope nichoka. Nonantsin opeh necholinia, wan nechiliaya, “Crispin, Crispin, xihisah, nes titehtemikih pitsotik”.

Wan onihsakh ni chokatok.

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VENADO, DÒNDE ANDAS

Cuando escuché que su mama decía: “venado, venado, dónde andas”, yo dije: “ayudaré a la venada viejita para encontrar a su hijo pequeño, a ver dónde se habrá quedado”. Caminé con la venada viejita. Bajamos hasta el pie del cerro y fuimos visitando todas las casas del pueblo.

La venada viejita no lloraba, pero se le nublaron sus ojos de lágrimas y se veía que quería llorar. Yo le dije: “no te pongas triste, vas a ver que vamos a encontrar a tu hijo”. Ella volteó a verme, sonrió triste y suspiró profundamente.

Unos hombres al ver a un venado en el pueblo empezaron a correr por aquí y por allá, y buscaban algo con qué atacar o matar al animalito para comérselo. Yo los regañé. Les dije: “qué les pasa hombres locos, este animalito viene conmigo, buscamos a su hijo, que hace varios días que se perdió”.

Los hombres, uno de los cuales tenía un machete en la mano, sólo dijeron: “ahh”. Y enseguida se fueron a sus casas.

Yo con la venada viejita empezamos a caminar de nuevo. Cuando comenzaba a anochecer una mujer, joven todavía, nos gritó fuerte: “niño y venadooo, vengan para acá”. Inmediatamente nos preguntó: “A ver, qué es lo que andan buscando”. Juntos respondimos al unísono: “Buscamos a un venadito que una vez se perdió.

La mujer inmediatamente nos dijo: “Vengan para acá”. Nos guió y nos encaminó hacia atrás de su casa. Ahí encontramos una gran sorpresa, pues ahí estaba amarrado el venadito.

Su mamá enseguida se acercó a él, llorando, lo abrazó y le dio un beso en la cabeza. Su hijito también empezó a llorar.

Yo no aguanté, también comencé a llorar. Mi madre empezó a moverme, y me decía: “Crispín, Crispín, despierta, parece que estás soñando algo feo”.


Y desperté llorando.

viernes, 18 de diciembre de 2015

FIN DE 2015, 
UN MOMENTO DE REFLEXIÓN

Termina el año 2015. Se fue rápido, como el agua, dicen algunos. He platicado con algunas personas acerca del pronto correr del tiempo y todos coincidieron, tanto jóvenes como adultos mayores, que los días y meses transcurrieron demasiado rápidos.

Algunos relacionaron esa sensación con el bienestar de la salud. El tiempo corre mucho cuando uno está bien, pero los que están en cama por enfermedad no sienten lo mismo, argumentan. Esa gente enferma siente eterno el día. Eso es verdad. ¿Pero qué pasa si alguien nos dice que el día ya no tiene 24 horas, sino menos? Nadie lo creería, desde luego. Sin embargo eso parece ser cuando estamos ya entrados en el umbral de una nueva etapa de la civilización actual.

Vivimos ya en la sombra de un cambio climático real. Hay personas que dicen que esto es una falacia, que no es verdadero. Para entender el presente proceso climático no es necesario ser científico ni tampoco adentrarse en gruesos libros con contenido de sesudas investigaciones. El fenómeno está presente ante nosotros. Veamos por ejemplo lo que sucede en nuestro entorno desde hace varios años.

Hace 30 o 40 años en nuestro alrededor se manifestaba la grandiosidad de la naturaleza. Resplandecía enormemente la abundancia divina a través del florecimiento de los árboles frutales. Por doquier apreciábamos matas de naranjas, jinicuiles, aguacates, chinenes y chayotes, que ofrecían sus frutos maravillosamente en forma silvestre. Flores abundantes de gladiolos, nardos y de azucenas en los campos, cultivadas y cosechadas por gente que se dedicaba de lleno a la actividad campirana.

Hoy en día todo ello ha caído. A partir del presente milenio llegó al campo plagas nunca antes conocidas que empezaron a destruir las gladiolas. Los campesinos se resistieron mediante diversas sustancias agroquímicas. Pero al final se dieron por vencidos al ver que las plantas siguieron agonizándose. Hoy en día la flor del gladíolo está eliminada, al menos en los pequeños campos del municipio de Rafael Delgado. Los cafetales también sufren rollas, igual las milpas empiezan a manifestar ciertos deterioros.

En el aspecto humano el cambio climático también nos sacude y nos tambalea. No es normal lo que sucede en el mundo: guerras, atentados terroristas, delincuencia. Tenemos que voltearnos al origen inmaterial de la vida para entender que hemos perdido el camino. Hay que aceptar que hemos caído como humanidad. Y no debemos exigir a los gobiernos para levantarnos. Cada uno de nosotros como individuos tenemos que hacer algo para incorporarnos.

Hay que entender que en la vida solo hay dos caminos, el del bien y del mal; la luz y la noche, el negro y el blanco; la construcción y la destrucción, Dios y el diablo, por decir algo.

¿Qué pasa si nos detenemos en nuestro sendero diario para ver por cuál camino nos vamos? ¿Qué pasa si reconocemos que sólo vivimos en la superficialidad? ¿Qué sucede si de repente nos damos cuenta que la verdadera vida es hacer conciencia de todos nuestros movimientos y de nuestras acciones y dejar a un lado el robotismo de nuestra existencia? ¿Por qué no dejar a un lado el odio, la ambición desmedida, la envidia y el rencor, que son los que causan las guerras, las broncas callejeras, las fricciones entre vecinos y más? ¿Por qué no consumimos menos para aminorar la depredación de la naturaleza?

Lo que el mundo necesita es ser justos, pero no de palabras, sino de hechos. Actuar con la ideología crística en el cerebro, en el corazón y en el espíritu en todo momento. Necesitamos componer al mundo y salvarlo de su torcida condición. Vayamos por el camino de la construcción. Apliquemos dos grandes valores: el amor y el respeto. Dos tesoros mágicos que si los ponemos en práctica todo cambiará.



Si yo te tengo amor y respeto como hermano jamás me burlaría de ti, nunca te robaría ni un peso; podrías dormir con las puertas abiertas de tu casa y no entraría a hacerte daño. Si todos actuáramos así tendríamos un mundo maravilloso. Esto puede sonar a utópico pero no es así, todo es posible teniendo voluntad de hacerlo. Hagamos el esfuerzo por lograr un mundo diferente. Nuestro padre nos dio un hogar; hagamos de él un glorioso paraíso y no un maldito infierno.